El funeral del silencio

En este tiempo de calor inmenso, no sabe uno donde meterse o dentro o fuera. Es tipico en ciertos lugares quemar, desgraciadamente a medida pasa los dias alguno se extralimita. Pero en las fogatas, viendo a prudente distancia el humeante espectáculo le entran ganas de dinamitar a mas de un congénere. No por lo que no hacen, sino por lo que no dejan de hacer. Uno da la vuelta, y se corroe por la oportunidad perdida. Hacer limpieza de rastrojos de la raza humana no como alguno lo hicieron en plan bestia, no estaria mal para ajustar cuentas. De todos modos es mas venial el deseo que el acto. La prudencia aconseja removerse por dentro que tener remordimientos de hacer un acto delictivo con múltiples testigos. Aunque... un simple empujoncito disimulado le haria quitarse esperpentos amargantes de la vida cotidiana. Quizás uno sea malo de por si, pero intenta soñar en la otra esquina acurrucado en EL FUNERAL DEL SILENCIO. Atte. Paco Martín.