Friday, July 21, 2006

El color maldito

Te enseñan tarjeta roja y te vas a la calle, te encuentras el semáforo en rojo y debes esperar, la sangre, el atardecer... De todos los tintes policromados, Dios o la Naturaleza pintó la sangre así, esa que a la vez se nos escapa en nuestro postrero y seguro último suspiro. Aún siendo menos radical que el blanco o el negro le vemos sin darnos cuenta de ello, pero huímos de el. Siendo paisano del tomate o del interior de la sandía, tan provechosos esos frutos para la salud. Sin embargo como consuelo, si va uno al cementerio hay muy pocas, por no decir ninguna lápida roja, quizás sea porque esa letras identificativas son de las pocas que no entran en un fuego consumido por el olvido a corto plazo con nuestros conciudadanos terrenales. Como ven en este blog, quizás seamos ignorantes en muchas inteligencias, pero nos movemos cómo pez en el agua en el titulo relacionado del blog: EL FUNERAL DEL SILENCIO. Atte. Paco Martín.

Thursday, July 20, 2006

La risa del asesino

Algo extraño pasa, cuando un verdugo se rie y encima le hacen fotos. No les basta haber hecho el payaso de forma macabra y se regodea delante de la cara a quienes destrozó su vida. Es terrible no tener conciencia pero lo es aún más haberla quedado atrás. Algo no debe estar bien, cuando para evitar o solucionar de una manera interesada se olvida obligar pedir perdón a quienes no tienen sentimientos. Nunca se debe abrir la puerta de una casa si no sabes donde está la salida, pues te puedes quedar dentro. No acierto a comprender muchos cambios de fronteras a dentro donde me encuentro. No me pagan por pensar, tan solo por pagar impuestos. En lo sobrante del tiempo, acudo a un sitio donde al menos soy yo mismo y mi imaginación, mi recreo y mis pensamientos: EL FUNERAL DEL SILENCIO. Atte. Paco Martín.

Monday, July 03, 2006

Llorar, y al final una lágrima

Nos podemos ir del mundo, sin haber hecho un montón de varias cosas, pero es ineludible en algún momento tener una cita con el agua triste. A veces se nos quedan en el trayecto motivos sutiles, pero aunque sea por echar fuera lo que no nos cabe dentro es una razón apabullante. En la historia quedó el tópico de no ser hombres al realizarlo. Una vez superada tanta traicionera tradición engrandence en directo a quién la porta en la mejilla. No es siquiera por quienes se van, sino por los correligionarios de acá compañía y a latente soledad. Ni por la sangre desparramada, ni por el golpe, ni por el susto o la frustración, es algo ignorado donde se esconde y bello, trascendentalmente bello cuando somos testigos y no comparsa. Para concluir no es mas hermoso si se mezcla con la risa, a mitad antes de llegar a la carcajada. He visto tantas lágrimas y tan delgados pañuelos y pienso ha llegado la hora de no salirnos de la verdad y aplastar la hipocresia. Vamos como en EL FUNERAL DEL SILENCIO. Atte. Paco Martín.